Debido al brote de COVID-19 en Estonia, nuestro gobierno ha declarado el estado de emergencia. Como medida de prevención y con el objetivo de garantizar la seguridad y la salud de nuestros empleados, en Cleveron hemos decidido trabajar de forma remota a partir del 16 de marzo. Vamos a continuar evaluando la situación, por lo que de ser necesario tomaríamos medidas adicionales.
Creemos que reducir el contacto humano es la mejor manera de evitar que nuestros empleados contraigan el virus o lo propaguen de forma involuntaria. Por lo tanto, hemos cerrado tanto nuestra planta de montaje en Viljandi como nuestra oficina en Tallin y hemos pedido a todos nuestros empleados que trabajen desde casa. Ya hemos cancelado todos los vuelos de negocios y todos los trabajos en instalaciones en el extranjero y, ahora mismo, estamos trabajando para traer de vuelta a Estonia a los últimos miembros de nuestro equipo.
Trabajar desde casa no supone ninguna novedad para Cleveron, ya que siempre hemos intentado ofrecer flexibilidad en nuestros regímenes de trabajo. Además, dado que somos una empresa que cuenta con clientes en todo el mundo, estamos acostumbrados a participar en reuniones virtuales y disponemos de todas las herramientas necesarias para la gestión con éxito de equipos y proyectos. Por lo que, a pesar de esta disposición temporal, podemos afirmar que vamos a continuar trabajando como siempre. En cualquier caso, la planta de ensamblaje permanecerá cerrada, si bien los empleados que no pueden trabajar desde casa recibirán el 100 % de su salario. Nuestro equipo posventa, el cual lleva a cabo las labores de supervisión remota para nuestros clientes, continuará trabajando en el sitio, si bien teniendo especial cuidado para garantizar su salud y seguridad.
¡Cuídese, manténgase sanos y venceremos al virus!
El equipo de Cleveron
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